Termómetro: consejos para elegir el mejor

Un termómetro es un dispositivo médico utilizado para medir y mostrar la temperatura corporal. Esta medición puede ayudar a diagnosticar cuando una persona tiene fiebre, un síntoma común en muchas enfermedades o infecciones.

Existen diferentes formas de tomar la temperatura y varios tipos de termómetros. Además, a la hora de elegir un termómetro, entran en juego varias características técnicas, como la velocidad de visualización, la precisión y la unidad de medida. En este artículo te daremos una serie de consejos para que puedas elegir el que mejor se adapte a tus necesidades.

¿Cómo elegir un termómetro?

A la hora de comprar un dispositivo de medición, como el tensiómetro o el termómetro (o incluso los estetoscopios para auscultar), hay que tener en cuenta varios criterios generales, como la aplicación, el tipo, la comodidad y las condiciones de seguridad.

Por ejemplo, la medición de la temperatura puede realizarse por vía anal, oral, axilar, por el oído o por la frente. Dependiendo de cada caso, se elegirá un punto de medición en lugar de otro. Por otro lado, existen varios tipos de termómetros que se pueden dividir en dos grandes grupos: los modelos clásicos de cristal analógico y los termómetros digitales. Los termómetros electrónicos pueden ser de sonda o de infrarrojos (sin contacto).

Es importante elegir un modelo que sea cómodo, sobre todo si es para niños pequeños. Los termómetros pueden tener puntas flexibles o rígidas. Los termómetros sin contacto ofrecen una mayor comodidad.

¿Qué tipo de termómetro elegir?

Cada punto de medición tiene sus ventajas e inconvenientes. La temperatura puede tomarse por vía anal, oral, axilar, por la frente o por el oído.

Por vía anal, la sonda del termómetro analógico o electrónico se introduce en el recto. Esta técnica se utiliza especialmente para los bebés o los niños muy pequeños. Es el método más fiable y preciso porque da la temperatura corporal central, pero resulta más incómodo.

En cambio, los modelos orales se colocan bajo la lengua de la persona. Este método es fácil de usar para pacientes que no sean bebés o niños pequeños. Sin embargo, esta técnica es menos precisa que la vía rectal.

Los termómetros que miden la temperatura en la frente son dispositivos electrónicos de infrarrojos sin contacto o mediante una tira que se coloca directamente en la frente del paciente. Es un método rápido y fácil de utilizar, pero no tan preciso.

Por otro lado, en los termómetros de oído la sonda se introduce en el canal auditivo. Se pueden utilizar puntas desechables. Esta técnica es fiable, pero la posible presencia de una acumulación de cerumen puede distorsionar los resultados.

Por último, se puede optar por un modelo axilar, que se coloca bajo la axila del paciente, justo en el centro. Puede ser poco fiable e impreciso debido al aire que puede pasar por debajo de la axila.

Ultima actualización el 29 de marzo del 2024