¿Cómo gestionar los horarios en el teletrabajo?

Con la llegada del teletrabajo a muchas empresas, surgen dudas sobre aspectos como la organización de las tareas, la comunicación, el control del trabajo y el control de los horarios de trabajo.

Cuando vas a la oficina, es sencillo: llegas, trabajas, haces los descansos que te correspondan y, al acabar tu jornada, vuelves a casa. La realidad es que con el teletrabajo es igual de sencillo, aunque no lo parezca. Solo se deben seguir algunas guías básicas, como las que te contamos a continuación.

Lo que dice la ley

Para empezar, hay que tener claro los criterios que marca la ley en cuestión de horarios. Desde el 2019, es obligatorio registrar los horarios de entrada, salida y las horas extra que hacen los trabajadores y trabajadoras.

Esto se hizo así para evitar la explotación laboral y la gran cantidad de horas extra que no se estaban pagando correctamente. En el caso del teletrabajo, también se debe llevar un control, ya que el Real Decreto-ley del teletrabajo aprobado en el 2020 establece la “igualdad de trato” para personas que trabajan de forma presencial o a distancia.

Fijar un horario

En el real decreto también se dice que se debe indicar el “horario de trabajo de la persona trabajadora y dentro de él, en su caso, reglas de disponibilidad.”. Es decir, que no importa si trabajas en el puesto de trabajo o en casa, lo ideal es tener un horario o, al menos, establecer un horario fijo en el que la persona trabajadora estará siempre disponible.

Por ejemplo, si solías trabajar de 9:00 h a 18:00 h, puedes mantener ese mismo horario cuando trabajas en casa. Por otro lado, si quieres aprovechar el tiempo que ahorras al no tener que desplazarte, puedes tener un horario más flexible y empezar y acabar antes, de 8:00 h a 17:00 h, por ejemplo, o hacerlo al revés, empezar a las 10:00 h y finalizar a las 19:00 h.

En este caso, se puede establecer un horario fijo en el que el trabajador estará siempre disponible para la empresa. Siguiendo con el ejemplo, podría ser de 10:00 h a 17:00 h. De este modo, se facilita la comunicación y la programación de reuniones o videollamadas.

Ahora bien, esto no quiere decir que solo se trabaja de 10:00 h a 17:00 h, es decir, dos horas menos. Esto quiere decir que durante ese periodo de tiempo, el trabajador o trabajadora seguro que está trabajando (exceptuando el descanso para comer). El resto de horas se pueden ajustar para empezar y acabar antes o después.

Lo mejor es hablar entre trabajadores y empresa y llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes.

No “llevarse el trabajo a casa”

Aunque no siempre es posible, al trabajar en la oficina o empresa, cuando sales por la puerta a tu hora, se acabó el trabajo hasta el día siguiente. Pues en el caso del teletrabajo debe hacerse lo mismo. Una vez llegada la hora del fin de jornada, debes dejar de trabajar y continuar con el resto de tu día.

Esto es muy importante para que el trabajador o trabajadora no se sobrecargue y no acabe haciendo más horas de las que debe.

Si se ha acordado un horario de trabajo, debe cumplirse por ambas partes. Si no se ha acordado, es importante que el trabajador indique que finaliza ya su jornada y que no estará disponible hasta la siguiente. Así se evitan malosentendidos y problemas.

Lógicamente, puede haber excepciones si hay trabajos urgentes o importantes, como pasa en el modelo presencial. Pero deben registrarse y no hacerse horas extra gratuitamente.

Teletrabajo y conciliación familiar

Uno de los inconvenientes que más familias han encontrado con el teletrabajo es la conciliación familiar. Ahora bien, esto no debería ser un gran problema en una situación normal. Es decir, cuando no haya pandemia y no se tienen que hacer confinamientos o los niños pueden acudir al colegio con normalidad.

La mejor forma para poder conciliar es establecer los mismos horarios que se tenían en el trabajo presencial. De este modo, no se alteran demasiado las rutinas de ningún miembro de la familia.

En resumen, la gestión de los horarios durante el trabajo a distancia no debe ser algo demasiado complicado ni distinto a la forma presencial, ya que, en base a la ley, no debe haber grandes diferencias.

Se debe llegar a un acuerdo entre la empresa y el trabajador/a para que sea beneficioso para ambas partes y se pueda conciliar la vida laboral con la personal sin problemas ni complicaciones.

Ultima actualización el 20 de abril del 2024